Llevamos tanto tiempo metidos en esta crisis que mucha gente
ya no se acuerda como era vivir sin ella. Una de las cosas que más me llamó la
atención y que después entendí es el hecho de que fuera nuestro sector el
primero en darse cuenta de lo que nos venía encima. Pongámonos por un momento
en el puesto de un empresario. Llevamos años creciendo y teniendo más
beneficios de los que muchas veces esperamos y de repente el grifo se cierra. Toca
enfrentarse a los números para ver como tratar de solucionarlo. Ya está,
recortamos de ese dinero del que siempre se desconfió y que al menos servirá
para tapar este bache momentáneo. La comunicación.
Más de cuatro años después de ‘puntual imprevisto’ y visto
los frutos, se ha vuelto a la comunicación de la misma manera que se la vuelve
a abandonar. Este año invertimos algo menos, y al siguiente otro poco menos y
así haciendo ensayos de prueba error esperando tocar la tecla maestra que
vuelva a llamar al dinero. Y no, no tenemos paciencia.
En los diferentes datos de la inversión en el sector se
muestra claro. Todos los medios han visto como han bajado. Alguno como la
televisión por prestigio y ‘porque quiero a mi marca en la tele porque mi
empresa es grande’, lo notan menos. Así y todo baja y baja. Ninguno lo puede
evitar y no, no me olvido de Internet. No lo considero un medio. Este a
velocidad de crucero continúa atrapando a todos los históricos. E incluso lo
podría hacer más rápido. Pero antes, ¿por qué se confía en él? Pues varias son
creo las razones. Primero ya ni el empresario con la boina más enroscada duda
de que ahí esta el futuro. Segundo, los datos que ofrece de evaluación y
capacidad de llegar al público diana no lo ofrece otro. Y si además a todo esto
le sumas las posibilidades que ofrece y el bajo coste (que sigue descendiendo)
la convierten en una forma inteligente y económica de desarrollar la comunicación
de tu empresa.
Nosotros, las personas que queremos dedicarnos a este
sector, debemos adelantarnos a la situación y utilizarlo como una ventaja. La
situación algún día ha de mejorar pero seguramente ya nada vuelva a ser como antes. Internet es ahora el
faro que más brilla pero como decía antes, las posibilidades y la aún escasa
explotación va a permitirnos encontrar una gran diversidad a la hora del
empleo. Multidisciplinariedad que nos da nuestros estudios tener un gran
abanico de posibilidades y que como demuestran los datos con una buena
preparación consigue, incluso ahora, una empleabilidad decente.
En definitiva dentro de las malas condiciones, externas
incluso a nuestra profesión, podemos mantener la esperanza. Y aunque vivamos
una doble crisis tanto global como propia, todas las crisis terminan y crean
nuevas posibilidades.
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